Pintaba para crack, América lo tuvo en el radar, pero un chavo de 16 años lo enviaría al retiro

Romario Ibarra, el ecuatoriano que en su momento parecía destinado a grandes cosas y estuvo cerca de vestir la camiseta del América, hoy vive una realidad muy distinta. Su carrera, que prometía tanto, ha tomado un rumbo inesperado, y ahora se encuentra relegado en el banquillo de Independiente del Valle, superado por un joven de tan solo 16 años.

El sueño americano truncado

En su momento, Romario Ibarra era considerado una de las jóvenes promesas del fútbol ecuatoriano. Su velocidad, desborde y capacidad goleadora lo convirtieron en un objetivo de varios equipos importantes, entre ellos el Club América. Las Águilas vieron en el ecuatoriano un talento excepcional y estuvieron a punto de concretar su fichaje. Sin embargo, el jugador decidió rechazar la oferta y buscar nuevos horizontes en el fútbol europeo.

La segunda división española, un destino desafiante

La aventura de Ibarra en España no fue la esperada. El ecuatoriano no logró adaptarse al fútbol europeo y su rendimiento decayó considerablemente. Tras un paso fugaz por varios equipos de la segunda división, el extremo ecuatoriano regresó a Sudamérica para intentar relanzar su carrera.

La sombra de Kendry Páez

En Independiente del Valle, Ibarra se encontró con un joven talento que le haría sombra: Kendry Páez. El jugador de 16 años, considerado una de las mayores promesas del fútbol sudamericano, ha deslumbrado con su juego y se ha ganado un puesto en el once titular. La irrupción de Páez ha relegado a Ibarra al banquillo, dejando en evidencia el declive del ecuatoriano.

Un talento desperdiciado

La historia de Romario Ibarra es un claro ejemplo de cómo el fútbol puede ser cruel. Un jugador que prometía tanto, hoy lucha por recuperar su nivel y se ve superado por un joven de 16 años. La decisión de rechazar la oferta del América y su posterior paso por el fútbol europeo marcaron un antes y un después en su carrera.