Por Jorge Cuevas
América estaba atacando con todo a las Chivas y después de una oportunidad, el "Rayito" midió mal un balón y el defensa del Rebaño lo cubrió bien, pero un bote extraño de la pelota pegó en el brazo del defensor.
El balón se fue a línea de meta, América reclamó con todo y el VAR nada más no concedió un penal claro a favor de las Águilas. En la transmisión de TV Azteca, Martinoli, Zague y David Medrano coincidieron en en que debió haber sido marcado como pena máxima.
Hasta el ex árbitro, Felipe Ramos Rizo en sus redes sociales comentó la jugada y en su visión, debió haber sido marcado como penal.
El Clásico Nacional entre América y Chivas ha sido mucho más que un simple partido de fútbol. Es una vorágine de emociones, un choque de identidades, y, por supuesto, un festín de polémica arbitral.
Entendámonos, dirigir un Clásico no es tarea fácil. La presión es inmensa, el escrutinio es feroz, y el margen de error es prácticamente inexistente. Cada decisión se analiza con lupa, se repite hasta la saciedad en las pantallas de televisión, y se debate acaloradamente en las redes sociales.
Y claro, cuando se trata del América, la exigencia es aún mayor. Somos el equipo más grande de México, y como tal, cada fallo arbitral en nuestra contra se siente como una injusticia monumental. La sensación de que "nos tienen medidos" es una constante en la afición americanista, y el Clásico, con su carga emocional única, no hace más que exacerbar esta percepción.
A lo largo de los años, he sido testigo de innumerables episodios polémicos en el Clásico. Penales que solo el árbitro vio, expulsiones que dejaron más dudas que certezas, goles anulados por fueras de juego milimétricos. La lista es larga y dolorosa.
Recuerdo un Clásico en el que un penal inexistente le dio la victoria a Chivas, o aquella expulsión injusta que nos dejó con 10 hombres y nos costó el partido. Momentos que se graban a fuego en la memoria del aficionado, y que alimentan la eterna rivalidad.
La llegada del VAR prometía poner fin a la polémica arbitral, o al menos reducirla significativamente. Sin embargo, la realidad ha sido otra. El VAR ha introducido nuevas variables al debate, y las decisiones siguen siendo objeto de controversia.
¿Cuándo debe intervenir el VAR? ¿Qué se considera un "error claro y obvio"? Estas son preguntas que aún no tienen respuestas definitivas, y que generan aún más confusión y frustración.
31/03/2025
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