Por Luis Hermosa
En el primer torneo de Fernando Ortiz como técnico de la institución, levantó suspiros por la forma de juego del uruguayo. El equipo cambió la cara e incluso rompió récords en la liga y para la historia del América, pero al final no termino sirviendo de mucho ya que no se consiguió la ansiada 14.
Las Águilas a través del torneo les propinaron varias goleadas a rivales de peso, como los siete goles a Cruz azul que marco precedente, para los de azul como una de las peores goleadas en contra de su máximo rival.
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El equipo americanista era una aplanadora, que en la estadística dejo más de 50 goles en 17 jornadas, promediando casi 3 goles por partido, con un fútbol vistoso, ofensivo y equilibrado en medio campo, pero que el área defensiva era la parte más blanda del equipo maquillada por las goleadas del América, al final termino costando la eliminatoria de semifinales esas desatenciones defensivas.
Avanzamos como lideres de la competición, que permitía cerrar en casa las fases finales, como la posibilidad de avanzar por empate en la clasificatoria. La ilusión iba creciendo cada vez más luego de cruzarse con el equipo poblano de la franja, donde nos destaparíamos como aún más amplio favorito, por ganarle en la serie 11 goles a 2.
Todo terminó en semifinales por errores puntuales defensivos y del arquero lo que han provocado una cascada de malos comentarios que tildan de fracaso este buen paso de las Águilas. Claro que había sensaciones de campeón, pero eso es lo que puede pasar en un formato de eliminación, sales en una mala versión de tu juego y quedas fuera.
22/11/2024
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