No paran de fracasar las Cabras y aún así no dejan de pensar en América

Las Chivas le han dicho adiós a Ricardo Peláez, en una especie de broma, en una especie de novela, en donde solo había un antagonista en escena. En la mesa donde estaba el directivo de papel no había titulo alguno o una imagen que presumiera los tres años que estuvo al mando del equipo, solo había unos lentes sucios y un papel doblado, mismo que estaban las palabras que nunca se dijeron al aire.

La realidad es que, en una hora, el discurso mal gastado fue lo que terminó predominando, en las interrogantes sin contestar y en el destelló de luz donde solo había fracaso. Peláez se va por la puerta de enfrente, pero sin merecerlo, se va ahí como un favor con el dueño del equipo, sin tener realmente algo que agradecer o tener, es muy pobre el discurso que da y lo que termina por entregar.

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Pero en el día que se tenia que dedicar a mencionar lo que terminó por hacer con el rebaño, le dedicó unos minutos y la entrada a dos empresas que no ha podido olvidar, como son las águilas del América y Televisa, dos enemigos públicos de su equipo per constantemente están en la mente de las cabras y por más que lo quieran cambiar no pueden quitárselo de la cabeza y así será por mucho tiempo más.
Seguirán siendo nuestros hijos.

Vuelve a recordar al Ame 

No solo es un titulo lo que nos termina por dividir con el rebaño, es la grandeza que se ha construido, América no se atrevería a meter a las Chivas nunca en su discurso esto es algo que es un código, la afición no merece eso, es patético, pero solo han demostrado una cosa, que se han visto rebasados en lo absoluto por el ave mayor y por más que no lo quieran meter, ya esta totalmente en su mente.