Luis Ángel Malagón y el ídolo de su infancia que le regalaba sus guantes

Luis Ángel Malagón es un arquero que comenzó su carrera desde muy joven en las fuerzas básicas de Santos Laguna, jugó también en Monarcas, pero en el equipo santista fue donde inició a las 12 años; vino de abajo trabajando y trabajando para conseguir un lugar y cuando no era nadie, cuando no tenía ni siquiera dinero para comprarse unos guantes, hubo un jugador que le regaló sus guantes, que le dijo que tenía la capacidad para llegar muy lejos.

Más noticias del América: Por soberbio, Paco Gabriel le da una lección a Jardine en América

¿Quién fue ese jugador? Oswaldo Sánchez, que es un tipazo, compañero mío actualmente y desde hace varios años, hemos viajado por muchos lugares del mundo trabajando para narrar a la Selección Nacional, así como a equipos de clubes en Televisa Univisión. Es un tipazo Oswaldo Sánchez, pero es un arquero de época, un arquero extraordinario que inició su carrera en el Atlas de Guadalajara, es ‘rojinegro’, pero hizo forjó sus mejores momentos con Chivas; en América le fue bien y en Santos fue extraordinario.

Oswaldo es un portero que tiene una tremenda leyenda y que tenía también esa gran capacidad humana de alentar a Malagón y de regalarle los guantes cuando Luis Ángel no tenía nada en aquellos momentos; eso es algo que recuerda muy bien el arquero del América y lo lleva muy en el fondo de su corazón, recuerda mucho a Oswaldo y ese detalle sensacional que pinta como un extraordinario ser humano a Sánchez.

San Oswaldo fue figura dentro y fuera del campo

Más noticias del América: El imponente físico de Dilrosun hará crecer la mentalidad y juego del América

El gesto de Oswaldo, independientemente de la gran calidad que tuvo como arquero, apoyó mucho a Malagón, quién agrega que Sánchez, además de regalarle de regalarle los guantes, siempre le daba muchos consejos, lo alentaba, le decía que tenía las capacidades y le enseñaba los secretos de la magia para pararse bajo del arco y detener balones, así como empezar a liderar a su equipo desde la parte baja del campo.