Miguel Herrera no para de llora y América le da una lección de humildad

El fin de semana fue de alegría y celebración en el nido, debido a la contundente victoria del América y, el consecutivo pase a semifinales. La situación contrasta con la de Tigres, quienes no pudieron aprovechar la ventaja con la que llegaron al juego de vuelta, el equipo del Piojo se despidió de la liguilla tras perder contra Pachuca el domingo.

Como ya es costumbre, Miguel Herrera, no supo perder y, volvió a insinuar que el arbitraje afectó negativamente a su equipo. El encuentro de vuelta terminó 2 a 1 a favor del Pachuca, para dejar el global 2 – 2, el criterio de desempate les dio el pase a las semifinales a los Tuzos.

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Herrera sufre fuera de América y demuestra que extraña al más grande

Herrera, siempre que el resultado es desfavorable, se deslinda de toda responsabilidad y busca culpables fuera de su equipo. Incapaz de la autocrítica, el director técnico, no concibe que, a veces, el rival es mejor y merece ganar. En la eliminatoria hubo polémica arbitral, sin embargo, fue para los dos lados, a Tigres le marcaron un penal polémico en la ida.

Miguel Herrera llegó ser amado por el americanismo, durante un tiempo incluso fue héroe con el TRI. Campeón de liga con las Águilas dos veces, realizó un papel muy digno en el mundial de 2014, para terminar, tirando todo a la basura al creerse que estaba por encima del club.

El piojo vuelve a llorar

El Piojo se creyó más grande que el América, creyó que el club le debía su grandeza, sin embargo, el tiempo ha demostrado que el entrenador ganó gracias al equipo y, no al revés. Equipo en el que ha estado después del Ame, equipo con el que ha fracasado, hoy el América le da una lección de humildad.